LA MEMORIA DEL REPLICANTE

¿Alguna vez habías pensado que podrías ser un un coleccionista de #pájaros, un observador de aves o un ornitólogo? Yo tampoco. Y confieso que llevo tres meses con la cabeza llena de pájaros. La culpa la tiene #Wingspan, el juego creado por Elizabeth Hargrave, que sin duda ha sido la gran revelación de 2019 en el mundo de los juegos de mesa, y que ha traído a España la compañía sevillana Maldito Games.

El objetivo del juego es rodearte de #aves y conseguir una colección que supere en puntos a la de tus rivales. Para ello deberás conseguir comida del precioso comedero, poner huevos, conseguir aves (hay cientos de cartas de pájaros en el juego)… Y todo con una puesta en escena que te conquista a primera vista, ya que la calidad de los componentes de Wingspan es uno de sus mayores encantos. Cada jugador tiene un tablero de #juego propio, con tres #hábitats (bosque, pradera y río) en el que se nos indica qué cuatro acciones podemos jugar cada turno. Muy sencillo de aprender, genial para toda la familia, pero ojo… aprender a “jugar bien” no es tan fácil como pudiera parecer.

El juego, además de su componente lúdico, tiene un carácter pedagógico notable, ya que cada carta nos cuenta una curiosidad del ave, nos dice qué come, qué tipo de #nido usa y en qué parte del mundo habita.

El juego es de 1 a 5 jugadores, y el tiempo de las partidas está muy contenido por el propio juego, siendo una hora el tiempo medio.

Valoración final: Ni te lo pienses. Wingspan es un juegazo del que no te cansas en absoluto. Yo habré jugado ya más de 40 partidas y siempre estoy deseando jugar una más. Un juego ideal para sacarlo a la mesa tanto con personas no muy “jugonas”, que se van a enamorar de él a primera vista, como a expertos en juegos de mesa, que sabrán apreciar la variedad de estrategias por las que se puede optar en cada partida. Recomendadísimo.

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